La Ciencia de Hacerse Rico de Wallace D. Wattles, es tal vez, el mejor manual escrito hasta el momento que habla sobre la riqueza, como conseguirla y retenerla. Un libro que dicen es uno de los textos en los cuales se basó Rhonda Byrne para escribir El Secreto.
Este libro tiene una enseñanza muy importante que queremos compartir contigo en este post. La enseñanza dice que: una de las condiciones necesarias para conseguir dinero, retenerlo y ser feliz al mismo tiempo, es actuar como un creador, no como un competidor:
Debes convertirte en un creador, no en un competidor, vas a lograr lo que deseas, pero de tal manera que, cuando lo consigas, los demás hombres tendrán más de lo que tienen ahora.
En su libro Wattles explica que hay personas que se vuelven muy ricos siendo competitivos, pero no son felices o su riqueza algún día se desvanece.
Las riquezas aseguradas en el plano competitivo nunca son satisfactorias ni permanentes: hoy son tuyas, mañana de otros. Recuerda, si estas por hacerte rico de forma cierta y científica, debes apartarte por completo del pensamiento competitivo.
Si piensas que todo el dinero es acaparado por unos pocos bancos y empresarios aprovechados, y que debes hacer un gran esfuerzo para conseguir la riqueza, en ese momento estás pensando desde el punto de vista competitivo, entonces tu poder se desvanece y frenas las fuerzas creativas de dinero que habías puesto en marcha.
La competencia te transforma en un contendiente, alguien que pelea, por lo tanto que destruye: lo contrario de la creación.
No debes pensar en que para obtener riqueza hay que quitársela a alguien. Pensar así te convierte en un destructor en lugar de un creador. Recuerda que para obtener riqueza debes actuar desde el plano creativo y hacerle mal a otro no tiene nada de creativo.
Jamás temas perder lo que quieres porque otra persona «se te adelante»; ello no puede suceder. Tú puedes crear todo lo que quieres.
Si haces negocios con las personas, tanto ellos como tú deben ganar en el proceso. No sirve de nada hacer tratos ventajosos o engañar a los demás para obtener riqueza. Hacerlo así es actuar desde el pensamiento competitivo y no desde el creativo.
No puedes darle a cada hombre más dinero a valor de mercado que lo que obtienes a cambio, pero sí puedes darle un valor de uso superior al valor monetario del objeto que obtienes a cambio.
Ejemplo de un valor de uso superior al valor monetario:
Supongamos que tengo un cuadro que es considerado una obra de arte y que en Nueva York cuesta 10.000 dólares. Llevo la obra a una comunidad indígena en el Amazonas y con mis habilidades de negociador induzco a uno de ellos para que me entregue ganado por valor de 10.000 dólares a cambio del cuadro. En ese caso el pobre indígena ha sido burlado, porque no puede vender el objeto por ese valor en el Amazonas y tampoco puede salir de allí para ir a Nueva York a negociarlo. El objeto no tiene valor de uso para él y no le aporta nada a mejorar su nivel de vida.
Pero supongamos que, a cambio del ganado le entrego un lote que para mí no tiene valor de uso porque no me voy a ir a vivir al Amazonas. Este lote queda ubicado al lado de un río de agua pura repleto de pescado. Además le enseño como construir casas en madera con métodos más rápidos y eficientes y le muestro como obtener pescado del río mientras duerme. En este último caso, el indígena ha obtenido un buen trato pues eso va aportar a la riqueza de su familia y yo voy a vender el ganado en una ciudad donde puedo obtener 20.000 dólares. En este caso ambos hemos obtenido beneficios y así mayor valor de uso al valor monetario por nuestros bienes.