«El hombre común, que no tiene conocimiento de la ley de causa y efecto, es gobernado por sus sentimientos y sus emociones. Piensa principalmente en justificar sus acciones. Si fracasa como un hombre de negocios, dice que la suerte está en contra suya. Si no le gusta la música, dice que es un lujo costoso. Si es un hombre con trabajo de oficina, dice que le iría mucho mejor en un trabajo al aire libre. Si carece de amigos, dice que su individualidad es demasiado fina para ser apreciada. Nunca piensa en su problema de una forma profunda. No endiente que cada efecto es el resultado de una causa cierta y definitiva, sin embargo, busca consolarse a sí mismo con explicaciones y excusas. Solo piensa en defenderse.»
– Charles F. Haanel
«Por el contrario, un hombre que entiende que no hay efecto sin una causa piensa de manera impersonal. Llega hasta lo más profundo de los hechos sin importar las consecuencias. Es libre de seguir la huella de la verdad hasta donde sea que esta lo lleve. Ve cada problema claramente hasta el final, y cumple con los requisitos completa y justamente. El resultado de su comportamiento consciente de la Ley de Causa y Efecto, es que el mundo lo provee con todo lo que tiene para dar en cuando a amistad, honor, amor y aprobación.»
– Charles F. Haanel
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