El lunes es un día generalmente duro para quienes trabajamos. Es un día donde algunos nos levantamos quejándonos mentalmente porque desearíamos otra cosa en nuestras vidas. Pero el lunes también es un día de oportunidad y de cambio…
El lunes cuando te levantes a trabajar o cuando llegues al trabajo, piensa en lo que no quieres. Tenlo muy claro. Hazte dos preguntas: ¿Qué es lo que me incomoda? ¿Por qué me incomoda?
Ahora piensa en lo que si quieres; en lo que te haría feliz; en lo que haría que este día no te levantes quejándote. Escribe en una hoja de papel tu «realidad ideal», lo que quieres en tu vida que cambiaría tu actitud los lunes. Contesta dos preguntas: ¿Qué me haría feliz de levantarme los lunes? ¿Qué voy a hacer para volverlo realidad?
Guarda ese papel en tu billetera y míralo todos los lunes, léelo y da gracias por tener claro lo que si quieres. Da gracias porque es una realidad en el mundo inmaterial y pronto se hará realidad en el mundo material.
¡Feliz lunes!