A veces las personas renegamos de acontecimientos en nuestras vidas que resultan diferente a lo que esperábamos; vemos ese momento como un tiempo en el que estamos abajo, tuvimos un tropiezo y debemos levantarnos. Pero lo que realmente sucede es: que justo antes de quejarnos, ese instante cuando nos damos cuenta que las cosas no son como soñábamos, ese es un tiempo de oportunidad.
Si nos quejamos, fortalecemos el sentimiento negativo, atraemos más cosas, personas y experiencias que consideramos negativas. Pero si en lugar de eso, respiras profundo, aceptas las cosas tal cual sucedieron y sigues viviendo con la certeza de que aquello tiene un objetivo positivo y de que llegarán cosas más grandes y trascendentes en tu vida…en ese momento le das un sentido bueno al acontecimiento que acabas de vivir.
Recuerda que la Ley de la Atracción siempre te da la razón, tanto si crees que te está yendo bien, como si crees que te está yendo mal, el Universo acepta tu pensamiento y te envía todo lo necesario para convertirlo en una realidad. Dale al Universo la oportunidad de demostrarte que tienes la razón. Piensa en ese punto de inflexión como un puente a un futuro mejor; un túnel de energía milagrosa; una oportunidad gigantesca de que llegue algo que no es bueno, sino que es maravilloso.
Aprovecha ese punto de inflexión: acepta, da gracias y percibe el bien superior